Para obtener una buena calificación energética en una vivienda (similar a la etiqueta que se encuentra en electrodomésticos), es necesario aislar no solo el 100 % del piso, sino también, en el caso de radier, asegurarse de que los cabezales de las vigas perimetrales estén aislados. Esto es parte de las mediciones necesarias para calificar una vivienda. A través del piso, ingresa el 65 % del frío invernal y muchas de las problemáticas que esto conlleva. Por eso, es crucial revisar qué solución para el piso elegir y cómo evitar que el frío entre en nuestras viviendas. ¡Empecemos por las fundaciones! Toda edificación necesita de fundaciones al igual que los dientes y las muelas necesitan raíces. Estas se dimensionan en relación al peso de lo que se edificará (menor peso construido, fundaciones más pequeñas, menor gasto). Por lo tanto, la primera decisión es si queremos construir una casa con mucho peso (hormigón armado, albañilería, etc.) o una construcción más liviana (SIP, metalcon, etc.). Nos enfocaremos en la segunda opción donde es más viable la aislación del piso. Una solución adecuada para el piso debe estar en equilibrio de masas tanto bajo la cota 0 (fundaciones y radier) como en la carga superior de la vivienda (muros, tabiques, cubiertas, mobiliario, etc.). Si se da el caso de una gran masa de hormigón bajo cota 0 con una baja flexibilidad (poco acero), como cuando se mal ocupa enfierraduras de pilares estándar para las vigas de fundación, algo muy común de ver.Esto puede generar quiebres en los radieres y crear problemáticas difíciles de solucionar en las etapas posteriores de la construcción. Las fundaciones habitualmente hechas de hormigón armado (de mejor o peor forma) suelen ser sobre dimensionadas pero subdimensionadas en el espesor de los radieres. Un mínimo óptimo para un radier es 10 cms. Junto con definir las dimensiones de las fundaciones, se debe definir el tipo de piso sobre el que soportar tu edificación (piso ventilado,radier, etc.)lo que será en buena parte determinado por la pendiente del terreno y de los movimientos de tierra que se necesite hacer. Hoy las exigencias son mayores. Junto a la robustez y durabilidad que se ha buscado tradicionalmente, es necesario sumar su eficiencia energética y posteriormente la relación con la economía circular. Por las matemáticas y la problemática térmica chilena, el piso es por lejos el paramento que debiese aislarse en primer lugar. En este artículo revisaremos algunas de las alternativas que existen para esto. Aislación del piso No aislar el piso pero si el resto de la envolvente de la vivienda es como la sensación térmica de caminar en el frío arropado con un abrigo, pero con pies descalzos…extraña sensación. Considerar un radier tradicional es solo contar con las premisas tradicionales de robustez y durabilidad. La reconocida arquitecta María Blender insistió en algunas de las problemáticas generadas por barreras de humedad mal instaladas, reafirmando la suma importancia de trabajar con detalles constructivos adecuados. Mal ocupado un material, como muchas veces vemos que ocurre con el polietileno (manga de plástico), puede generar que su fortaleza se convierta rápidamente en amenaza, generando bolsas de humedad con problemáticas difíciles de solucionar , creando zonas húmedas que reducen significativamente el comportamiento térmico y la durabilidad de la estructura, además de la consiguiente disminución de la calidad de vida de sus usuarios. Solucionar éste tipo de problemas una vez realizada la construcción es costoso y difícil. Muchas razones podemos encontrar, como por ejemplo: problemas con el diseño original, falta de inspecciones, detalles constructivos mal solucionados, responsabilidades y roles poco claros, falta de especialistas o faltas de capacitación , malos ejemplos que se copian reiteradamente. También se puede ver la escasa conexión de algunos académicos que reproducen soluciones poco actualizadas, entre tantas razones. Topografía Es muy importante evaluar la topografía de un terreno para decidir el tipo de piso ideal para el proyecto. Una sana consideración, en terrenos con pendientes, es evaluar la orientación de la pendiente. La orientación norte (óptima en el hemisferio Sur) es hacia el Norte, asegura un adecuado asoleamiento de la vivienda. No obstante, esto debe revisarse en cada ocasión principalmente por si el terreno presenta pendientes acusadas hacia otras orientaciones o exhibe vistas muy atractivas que determinen la orientación de la vivienda. En tales casos deberá evaluarse posibles movimientos de tierras que puedan complicar su estructura o que puedan elevar su huella de carbono, además de encarecer su edificación. La topografía es crucial para determinar el emplazamiento óptimo de la vivienda y evitar sorpresas en los niveles durante el proceso de construcción, donde pueden resultar gastos imprevistos difíciles de evitar si se desea edificar sobre cimientos adecuados. También es fundamental conocer la composición del terreno donde se llevará a cabo la construcción. Para ello, se recomienda realizar un estudio de mecánica de suelos, ya sea contratando a un profesional o consultando con vecinos que hayan realizado alguno. En caso contrario, es aconsejable proporcionar fotos a los expertos involucrados (arquitecto, calculista y/o constructor) de algún corte de terreno cercano, como caminos, por ejemplo, para evaluar su composición y así evitar el esfuerzo de realizar ‘testigos’ (agujeros profundos para visualizar las capas del terreno). En caso de optar por realizar movimientos de tierra, es importante considerar previamente qué tipo de fundaciones se planifican para el nuevo nivel que se generará con estos movimientos. No tomar en cuenta este aspecto puede resultar costoso, ya que podría ser necesario llevar a cabo posteriores mejoras en el suelo y/o construir muros de contención de alto costo, lo que podría desviar recursos destinados para la nueva vivienda. Es recomendable que, en caso de realizar movimientos de tierra, se tenga una clara definición de qué hacer con el volumen de tierra y áridos resultante. Se aconseja separar los áridos de las piedras y no retirarlos del terreno, ya que esta práctica es más económica y sostenible. Esto permite, por ejemplo, encontrar soluciones para ‘ocultar’ zonas deterioradas o reducir el ruido excesivo en calles y caminos. Terrenos planos Si el terreno es completamente plano y se busca una solución robusta, recomendamos optar por un radier aislado utilizando bloques de EPS (poriestireno expandido) con una densidad no inferior a 20 kg/m³. Esta elección es óptima por diversas razones: su peso ligero, su resistencia a la deformación frente a la humedad, su flexibilidad y su excelente capacidad de compresión ante cargas. Entonces y en primer lugar, hay que trabajar sobre un piso apisonado, libre de partículas vegetales. Luego se recomienda agregar una capa de áridos de preferencia con cantos redondeados y dimensiones no menores a 15 cm, con el fin de evitar el ascenso de humedades por capilaridad. Sobre esto se coloca el aislamiento de poliestireno mencionado, sobre el cual estará la masa térmica de la sobrelosa, creando así un límite entre el exterior de la vivienda y su interior. Asoleamiento Un piso adecuado debe incorporar masa térmica, refiriéndose a la sobrelosa que se encuentra sobre la aislación. Esto permite absorber energía en forma de calor a través de su inercia térmica, lo cual resulta muy beneficioso durante las temporadas frías, como el otoño e invierno. Durante el invierno, el calor ingresa a través de los rayos solares que atraviesan los vidrios, modificando su frecuencia (onda) y alcanzando finalmente el piso. En esta etapa, los rayos solares tienen dos opciones: ser absorbidos por materiales con masa térmica, como porcelanatos, por ejemplo, o rebotar en materiales sin masa y, sobre todo, en aquellos con películas reflectantes. Esto puede generar ambientes sobre calentados debido a comportamientos físicos similares a los que ocurren en un “efecto invernadero”, algo similar ocurre cuando los rayos solares llegan a los muebles… La proporción adecuada de entrada de luz solar en una vivienda debe ser evaluada en cada ubicación y puede ser controlada desde el exterior mediante celosías con el ángulo correcto para permitir el ingreso de rayos solares invernales y evitar la entrada excesiva de sol en verano. Terrenos con pendientes Si el terreno presenta una pendiente que se desea conservar, evitando así movimientos de tierra, es importante considerar lo siguiente. Un buen piso no debe “cimbrar”, es decir, dar una sensación de deformación al caminar, lo que proporciona una sensación de robustez. Para abordar esta característica, recomendamos una solución de piso ligero sobre una parrilla de piso, utilizando paneles SIP de 162 o 142 mm. Estos paneles prefabricados con doble placa arriostrante eliminan el cimbreo. Si a esto se añade una masa térmica (sobrelosa) con una separación perfecta entre ellas, las posibilidades de cimbreo desaparecen por completo. Además, este sistema proporciona un soporte óptimo para instalar cualquier tipo de piso. En este caso, se aconseja sellar este piso SIP con una adecuada instalación de impermeabilización utilizando una membrana elastomérica de 3 o 4 mm de espesor. De esta manera, podrás instalar cualquier tipo de piso con la tranquilidad de proteger la estructura y aislación de tu vivienda sin agregar un exceso de peso que requiera cimientos excesivos. Otra opción correcta para el piso es una solución de losa aislada y ventilada prefabricada. Este es el caso de las soluciones constructivas tipo “Arquitraba” de Hormipret, donde es posible incluir, además de la aislación con casetones de 160 mm de espesor promedio con EPS de alta densidad. Este sistema va de la mano con una ventilación inferior adecuada, considerando apoyos cada 350 cm. De esta manera se logra lo óptimo: radieres térmicamente aislados y ventilados. Considerar una mejor calidad de hormigón vertido siempre ayudará a crear un piso más nivelado, lo que evita problemas en la futura instalación del sistema constructivo elegido. Otro punto a considerar es una solera de sacrificio bajo la solera inferior, tal como se suele edificar en el hemisferio norte; es saludable. Este elemento debe ir 100% protegido, ya que es en esta zona de borde donde se producen los mayores conflictos de humedades. Solo cuando se consideran las premisas anteriores, es aconsejable comenzar a pensar en la vivienda. Nuestra propuesta constructiva CHEII (Construcción Híbrida Eficiente Industrializada e Inteligente) contempla la utilización de múltiples materiales como parte de procesos constructivos correlativos, con el objetivo de edificar con eficiencia energética y una arquitectura adaptable a los requisitos, sin caer en la limitación de construir exclusivamente de manera ‘en seco’ o ‘en húmedo’. Esto se logra al poder combinar ambos en ambientes controlados. Además, se complementa con conceptos clave como la economía circular y la construcción con emisiones de carbono igual a cero Considerando los gastos promedio de energía para una familia tipo chilena, que ascienden a aproximadamente 600,000 pesos al año según mediciones proporcionadas por el SEC (Secretaría de Energía y Combustibles), incluyendo los costos de cocinar, iluminar y calefaccionar la vivienda, el costo de aislar nuestros pisos se recupera en poco más de un año. Esto representa una gran economía a escala. La importancia de primero reflexionar y luego actuar. En la actualidad, se debe abordar soluciones constructivas con enfoque en economía circular. Esto implica considerar, además de los aspectos mencionados anteriormente, un plan de desmontaje y la responsabilidad en la gestión de escombros, entre otros aspectos. ¡Estamos enfocados en este tema! No obstante, esto ya es materia para otro artículo de blog.
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