1. Presupuesto y financiamiento. Los sueños están hechos de toda clase de materiales, pero casi ninguno pertenece a este mundo y es por eso que la primera consideración suele ser el presupuesto y opciones de financiamiento. Es decir con cuánto se cuenta y cuánto podría llegar a gastarse echando mano a distintas las distintas opciones de financiamiento que existen.
2. Ubicación. Este es un punto crucial ya que dice relación con dónde y cómo se quiere vivir. Hay ocasiones en que la oportunidad se presenta o la circunstancias personales o familiares llevan a un lugar específico, pero la mayoría de las veces las personas eligen las zonas o los barrios en que quieren estar por razones más vinculadas al proyecto de vida que tengan. Además en países diversos y territorialmente extensos como el nuestro, el clima también es un factor determinante en cuanto al tipo de envolvente térmica que debe usarse.
3. Tamaño y distribución de la casa. Esto implica una serie de decisiones que tienen relación con lo presupuestario, pero también deben haber consideraciones clave que tienen que ver con el tipo de familia y la cantidad de personas que habitará la vivienda. No todas las familias entran en el mismo molde ni todos los individuos tienen las mismas preferencias o intereses.
4. Reglamentos de construcción y leyes de zonificación. Una vez definida la ubicación del proyecto, hay que revisar éstos reglamentos y leyes al ser éstos puntos insoslayables para cualquier proyecto.
5. Acceso a utilidades y servicios. Este punto es muy importante ya que el costo total del proyecto dependerá de si el lugar escogido tiene algún nivel de urbanización, vale decir, acceso a la red de agua potable, a la grilla eléctrica o al sistema de alcantarillado.
6. Necesidades futuras y cambios en el estilo de vida. Los proyectos de vida personales o familiares son dinámicos y cambian de distintas maneras a medida que transcurre el tiempo. Por las misma razón, los espacios habitables cambian de uso y se adaptan a nuevas realidades, como por ejemplo cuando la familia crece y se hace necesaria una ampliación.
7. Eficiencia energética y sostenibilidad. Nosotros insistimos mucho en este punto ya que una envolvente térmica adecuada para cada proyecto no sólo garantiza confort dentro del hogar sino que a ahorros sustanciales en el consumo de energía, lo cual a su vez apunta a reducir la huella de carbono de todos y cada uno de los habitantes de la vivienda.
8. Calidad de materiales y acabados. La atención al detalle y la puesta en valor de todo aquellos que bello y funcional a la vez, nos ha llevado a la convicción de que la calidad no es sólo un asunto de precio o de estética, es parte de una escala de valores donde tanto materiales como sus terminaciones resultan en un total durable y atractivo a la vista.
9. Selección de contratistas y gestión de proyectos. Cuando se enfrenta cualquier proyecto de construcción, contar con el equipo humano adecuado es absolutamente vital para asegurar un buen resultado. Punto.
10. Costos de mantenimiento y conservación. El buen funcionamiento de cualquier cosa requiere de cuidados y mantención. Planear con antelación y contar con un presupuesto de mantenimiento para la vivienda, a la larga se traducirá en ahorro tanto de dinero como de dolores de cabeza.
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